La victoria de Barack Obama, -escribe en un brillante artículo el experto Francis Pisani-, se debe en buena medida al hecho de que supo resolver dos problemas claves: dejar una real autonomía organizativa a sus simpatizantes sin que afecte su propia capacidad de transmitir su propio mensaje a los activistas, por una parte. La capacidad, por otra, de transformar la simpatía manifestada en la red en acción en el mundo físico, desde el trabajo de terreno para convencer a los indecisos hasta la movilización el día de las elecciones para cerciorarse que fueran a votar.
El tono fue dado por el sitio My.BarackObama.com. Quienes se inscribieron pudieron tomar contacto con otros simpatizantes, organizarse como lo querían y acceder a información relevante para la acción. Ahí fueron incitados a votar, a hablar con sus vecinos, a organizar llamadas a los indecisos. Detalle entre otros, una aplicación especialmente concebida para el iPhone permitía organizar los contactos por estado con especial interés en aquellos "en disputa" para facilitar la participación en la campaña. Proporcionaba también cifras sobre las llamadas hechas por los más exitosos para crear cierta emulación y facilitaba la recepción de las orientaciones del estado mayor.
Según el Pew Internet & American Life Project, ya en junio, 46% de los estadounidenses habían usado la red, el correo electrónico o la mensajería instantánea en relación con las elecciones. Una cifra que sin duda creció mucho en las últimas semanas. El equipo de Obama supo capitalizar temprano este uso creciente de la red. En el curso de la campaña reunieron más de 10 millones de direcciones de correo.
La manera en la cual ganó el estado tradicionalmente republicano de Florida es particularmente ilustrativa. La campaña permitió registrar a 200.000 nuevos votantes, abrir 50 oficinas y reclutar 600.000 voluntarios con un presupuesto de 40 millones de dólares para combatir a John McCain según explica una encuesta del Miami Herald. Cita el caso de una conferencia telefónica del 1 de noviembre en la cual participaron miles de voluntarios y durante la cual el propio Obama intervino.
"El objetivo es transformar las conversaciones en relaciones", explicaba entonces una de las organizadoras al Miami Herald. Se tradujo en el estado por 1.414 grupos de vecinos y 22.000 voluntarios. El día de las elecciones llamaron a las personas identificadas o los visitaron a su casa. Se citan casos en los cuales voluntarios llevaron toallas a una linea de votantes que esperaban debajo de la lluvia para que se secaran. En otro caso fueron hamburguesas y pizzas. Esos activistas se sintieron muy gratificados cuando, antes de que diera su discurso anunciando la victoria, el presidente electo les mandó un e-mail agradeciéndoles su ayuda.
"Ahora los organizadores pagados pueden contactar a la gente a nivel de las circunscripciones electorales y ayudarlos a construir una organización de abajo hacia arriba", explicó a Rolling Stones Joe Trippi, alma de la campaña de Howard Dean en 2004. "Nunca había pasado. No era posible antes".
Queda ahora por ver si aplican el mismo método a su forma de gobernar. Los activistas más motivados empezaron a plantear el reto hace meses y parece que el presidente electo está decidido a hacerles caso. Al día siguiente de su elección abrió un nuevo sitio Change.gov (que se podría traducir por Cambio.gob) en el cual promete informar sobre su programa y su equipo de transición. Invita la gente a contar historias de participación y, si les interesa, a plantear su candidatura para un puesto. Un blog mantendrá al público informado sobre el proceso y los ciudadanos están invitados a compartir sus ideas sobre el futuro del país.
Barack Obama y Joe Biden (el vicepresidente electo) dicen en su sitio que "debemos utilizar todas las tecnologías y todos los métodos para abrir el gobierno federal y dar a los americanos la posibilidad de participar en las deliberaciones y en los procesos de toma de decisión del gobierno de maneras que no eran posibles hasta hace pocos años". Para ReadWriteWeb, "Obama ha empezado a externalizar la agenda política a las muchedumbres". Para Jean-Louis Gassée, capitalista de riesgo de Silicon Valley, "Obama ha construido una máquina de democracia directa sin par. Me muero por verla actuar de nuevo".
Según el Pew Internet & American Life Project, ya en junio, 46% de los estadounidenses habían usado la red, el correo electrónico o la mensajería instantánea en relación con las elecciones. Una cifra que sin duda creció mucho en las últimas semanas. El equipo de Obama supo capitalizar temprano este uso creciente de la red. En el curso de la campaña reunieron más de 10 millones de direcciones de correo.
La manera en la cual ganó el estado tradicionalmente republicano de Florida es particularmente ilustrativa. La campaña permitió registrar a 200.000 nuevos votantes, abrir 50 oficinas y reclutar 600.000 voluntarios con un presupuesto de 40 millones de dólares para combatir a John McCain según explica una encuesta del Miami Herald. Cita el caso de una conferencia telefónica del 1 de noviembre en la cual participaron miles de voluntarios y durante la cual el propio Obama intervino.
"El objetivo es transformar las conversaciones en relaciones", explicaba entonces una de las organizadoras al Miami Herald. Se tradujo en el estado por 1.414 grupos de vecinos y 22.000 voluntarios. El día de las elecciones llamaron a las personas identificadas o los visitaron a su casa. Se citan casos en los cuales voluntarios llevaron toallas a una linea de votantes que esperaban debajo de la lluvia para que se secaran. En otro caso fueron hamburguesas y pizzas. Esos activistas se sintieron muy gratificados cuando, antes de que diera su discurso anunciando la victoria, el presidente electo les mandó un e-mail agradeciéndoles su ayuda.
"Ahora los organizadores pagados pueden contactar a la gente a nivel de las circunscripciones electorales y ayudarlos a construir una organización de abajo hacia arriba", explicó a Rolling Stones Joe Trippi, alma de la campaña de Howard Dean en 2004. "Nunca había pasado. No era posible antes".
Queda ahora por ver si aplican el mismo método a su forma de gobernar. Los activistas más motivados empezaron a plantear el reto hace meses y parece que el presidente electo está decidido a hacerles caso. Al día siguiente de su elección abrió un nuevo sitio Change.gov (que se podría traducir por Cambio.gob) en el cual promete informar sobre su programa y su equipo de transición. Invita la gente a contar historias de participación y, si les interesa, a plantear su candidatura para un puesto. Un blog mantendrá al público informado sobre el proceso y los ciudadanos están invitados a compartir sus ideas sobre el futuro del país.
Barack Obama y Joe Biden (el vicepresidente electo) dicen en su sitio que "debemos utilizar todas las tecnologías y todos los métodos para abrir el gobierno federal y dar a los americanos la posibilidad de participar en las deliberaciones y en los procesos de toma de decisión del gobierno de maneras que no eran posibles hasta hace pocos años". Para ReadWriteWeb, "Obama ha empezado a externalizar la agenda política a las muchedumbres". Para Jean-Louis Gassée, capitalista de riesgo de Silicon Valley, "Obama ha construido una máquina de democracia directa sin par. Me muero por verla actuar de nuevo".
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