Thomas Frank, fundador del periódico satírico-político The Baffler en 1988, escribe regularmente en la revista Harpers, en The Wall Street Journal y en The New York Times. Ha publicado en castellano en Archipiélago, El Viejo Topo y la edición española de Le Monde Diplomatique. Su único libro traducido al castellano es ¿Qué pasa con Kansas?, sobre cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos.
En ¿Qué pasa con Kansas? describe una formidable paradoja: una parte muy significativa de las clases populares apoyan activamente a la derecha más agresiva. ¿Cómo se explica?
Se debe a las denominadas guerras culturales o de valores. Si miramos debajo de la superficie, estas guerras de valores son una forma de hablar del odio de clase sin hablar de los aspectos económicos de las clases. Con ello quiero decir que cada una de las cuestiones de la guerra cultural el enfrentamiento por el derecho al aborto, por la teoría de la evolución es, en miniatura, una guerra contra una élite. El truco consiste en que esta élite nunca se define como un grupo de empresarios, sino como académicos, abogados, profesionales liberales, etcétera, que son los supuestos enemigos del llamado americano medio o auténtico. Ese truco es la fuerza del imaginario ultraconservador que explica las dos victorias electorales sucesivas de George W. Bush, lo que yo llamo el Contragolpe.
¿Cómo describiría esa lucha de clases invertida? ¿Cómo opera en la vida cotidiana de la gente en Kansas, donde el Partido Republicano, por cierto, ha vuelto a arrasar en estas elecciones?
Se debe a las denominadas guerras culturales o de valores. Si miramos debajo de la superficie, estas guerras de valores son una forma de hablar del odio de clase sin hablar de los aspectos económicos de las clases. Con ello quiero decir que cada una de las cuestiones de la guerra cultural el enfrentamiento por el derecho al aborto, por la teoría de la evolución es, en miniatura, una guerra contra una élite. El truco consiste en que esta élite nunca se define como un grupo de empresarios, sino como académicos, abogados, profesionales liberales, etcétera, que son los supuestos enemigos del llamado americano medio o auténtico. Ese truco es la fuerza del imaginario ultraconservador que explica las dos victorias electorales sucesivas de George W. Bush, lo que yo llamo el Contragolpe.
¿Cómo describiría esa lucha de clases invertida? ¿Cómo opera en la vida cotidiana de la gente en Kansas, donde el Partido Republicano, por cierto, ha vuelto a arrasar en estas elecciones?
Lo cierto es que el Contragolpe ha tenido terribles consecuencias para la vida cotidiana de la gente. Por ejemplo, las ciudades pequeñas están agonizando en toda la zona de las Grandes Llanuras. Agonizan porque los pequeños granjeros han tenido que abandonar sus tierras como consecuencia de políticas concretas puestas en práctica por los ultraconservadores en Washington. ¡Y los ultraconservadores llevan a cabo estas políticas porque los votantes de Kansas (y de otros sitios) les han dado el poder! ¿Cómo es posible que funcione esta contradicción?
Los ultraconservadores han conseguido reapropiarse de alguna manera de la cultura de movimiento social típica de la izquierda emancipadora. Uno de los capítulos más impactantes de su libro es aquel donde describe la campaña de desobediencia civil de los conservadores contrarios al aborto en 1991.
Es una característica fundamental del Contragolpe en todos los ámbitos: ha robado el lenguaje de la izquierda, la actitud de rebeldía en la izquierda, la guerra de la izquierda contra la élite y también las tácticas para crear movimientos. Mientras, la izquierda es una sombra de lo que era. Bienvenido a Estados Unidos.
Los ultraconservadores han conseguido reapropiarse de alguna manera de la cultura de movimiento social típica de la izquierda emancipadora. Uno de los capítulos más impactantes de su libro es aquel donde describe la campaña de desobediencia civil de los conservadores contrarios al aborto en 1991.
Es una característica fundamental del Contragolpe en todos los ámbitos: ha robado el lenguaje de la izquierda, la actitud de rebeldía en la izquierda, la guerra de la izquierda contra la élite y también las tácticas para crear movimientos. Mientras, la izquierda es una sombra de lo que era. Bienvenido a Estados Unidos.
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